miércoles, 3 de agosto de 2011

Malos días en los que tienes el cerebro casi tan dañado como el corazón.
Y los trozos de ese corazón roto llegan a arañarte la garganta.
Momentos en los que no hay nadie ahí para curarte las heridas.

2 comentarios:

Noelia dijo...

como lo entiendo. gracias por comentar mi entrada :) eres de vigo no?

Ash Abercrombie dijo...

sí, soy de vigo!