miércoles, 24 de noviembre de 2010

Energía

Antes pensaba que el odio era la energía que movía el mundo, las guerras, el terrorismo, la venganza, las ansias de poder que hacen que no te importe pisar a quien haga falta para ser el mejor, las lágrimas... Luego la energía de mi mundo pasó a ser el amor, besos, reencuentros, palabras llenas, corazones agitados, sueños voladores, ganas de tocarse, miradas, música, sonrisas...
Y sin embargo ahora, me he dado cuenta de que el mundo no es movido por una de ellas, si no por ambas.
Guerra y paz, insultos y besos, lucha y reconciliación, silencio y música, blanco, negro y color, ganas de que desaparezcas del todo y ganas de ti, odio y amor.
La lucha entre opuestos hace que la energía corra, por eso no pueden ir bien o mal todos los aspectos de la vida de una persona por mucho que nos empeñemos en que es así. Si todo fuese o blanco o negro, estaríamos muertos, sea en un cielo o en un infierno, porque en la vida nada está tan claro como deseamos que lo esté y eso es lo que hace que seguir viviendo tenga un mayor interés.

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